Entrevistamos a la Mag. Lorena Chamba, ganadora del premio extraordinario de máster de la Universidad de Salamanca.
De acuerdo con el Art. 8° de la Normativa para la Concesión de Premios Extraordinarios, de la Universidad de Salamanca, se otorga este premio a los mejores expedientes.
Tu rendimiento académico ha sido notable y por ello la Universidad de Salamanca te ha otorgado el Premio Extraordinario de Máster, ¿Cómo fue ese momento en el que supiste que eras ganadora de un premio tan admirable como este?
Para mí el estudio siempre ha sido una prioridad y cursar una maestría era mi sueño; y al final del camino enterarme de que era ganadora del Premio Extraordinario de Máster ha sido muy motivante, que lo considero un logro más al mérito académico.
¿Puedes mencionarnos aquello que te impulsó a iniciar este camino de formación?
La superación personal es una cualidad innata del ser humano y ese ha sido el motivo principal por la cual comencé la maestría, sumado a ello el mundo laboral actual siempre nos pide más cada día y debemos como profesionales buscar encajar en ello.
¿Cuáles fueron tus mayores retos?
El mayor desafío fue estudiar, trabajar y ejercer el rol de madre a la vez, situación que obliga a ajustarse demasiado al tiempo y tratar de cumplir a cabalidad en todos los aspectos mencionados.
¿Recuerdas algún momento clave de tu trayectoria por la maestría? Quizás alguna etapa, una asignatura, un hecho, etc.
Todo el proceso de formación académica fue muy exigente y requería de disciplina, sin embargo, lo más preponderante creo que fue al momento de abordar las asignaturas de especialidad donde había mucho interés por aprender y profundizar conocimientos.
¿Cómo es el futuro para Lorena Chamba?
Mi punto de partida son las ganas de superarme, por ello en un futuro espero seguir mejorando personal y académicamente, para beneficio propio y de la sociedad a la que brindo mis servicios como profesional.
¿Quieres recomendarle algo a quienes están comenzando este camino o están por inscribirse?
Que se decidan y que no tengan miedo de emprender, pues al final del camino los frutos son reconfortantes y que con perseverancia y constancia todo es posible.